El sistema de información geográfica (SIG), permite la representación gráfica de información derivada de datos georreferenciados. El SIG consta de una serie de herramientas de software para adquirir, almacenar, extraer, transformar y visualizar datos espaciales del mundo real.
El SIG resulta una herramienta idónea en proyectos de arquitectura orientada a servicios. Con el SIG se pueden unir cartografías y ejecutar análisis estadísticos que permiten correcciones inmediatas del proyecto según las necesidades del cliente.
Un usuario no suele necesitar ver o gestionar la totalidad del volumen de datos del proyecto. El sistema no almacena mapas de forma convencional: es una herramienta multidisciplinaria, pues permite discriminar la información según las necesidades del profesional o cliente que consulte el modelo del terreno.
La interoperabilidad, el uso del volumen de datos ajustado, y el ahorro de tiempo de procesado, ayuda a optimizar costos y recursos.
Cómo aplicar soluciones SIG para arquitectos
La realización práctica de proyectos SIG consta de diferentes fases de trabajo, que convergen en la definición de elementos geométricos y en la creación de las correspondientes bases de datos asociadas al proyecto.
En un estudio de arquitectura, coincide un equipo multidisciplinar con diversas necesidades de información (arquitectos, ingenieros, topógrafos, etc). Una de las propiedades más interesantes del SIG para arquitectos consiste en que los modelos se crean con los datos estrictamente necesarios para cada consulta, y estos serán confidenciales para ese usuario específico.
Los datos finales también pueden ser de diferentes clases, como archivos pdf, tablas de datos, mapas o shapefiles: capas suplementarias que se generan con los datos específicos del cliente.
Según el cliente principal, el proyecto SIG se ajusta a su tipología: administración pública o promotores privados. Desde tasaciones, hasta direcciones y proyectos de obra, la adaptabilidad de la herramienta simplifica el volumen de datos empleado.
Para ingeniería y arquitectura, el SIG sirve para geolocalizar los encargos del estudio y filtrarlos por fecha, referencia catastral, tipo de intervención, parcela u otros parámetros. Por ejemplo, puedes consultar los encargos que se realizaron para cierto cliente, o las obras que están en curso.
Si el promotor de la obra es la administración pública, la intervención se ejecutará en una ubicación específica y será muy concreta.
Al contrario, cuando el proyecto es para el sector privado, las características de los encargos es más variada, así como la amplitud del área de actuación. El SIG se adapta a la amplitud de tablas de datos requeridas.
Un tipo de cliente especial son los administradores de fincas. Los datos georreferenciados son muy específicos y localizados, y tienen que ver con el mantenimiento de los inmuebles. Los administradores no suelen tener un perfil técnico de arquitectura y obra pública, y el SIG permite un filtrado y visualización de datos adaptado a sus necesidades (control actualizado de la edad y estado de sus inmuebles, o la gestión de las Inspecciones Técnicas de Edificios, entre otras opciones).
Externalización de proyectos SIG para PYMES
Debido al volumen de datos que se manejan, el SIG requiere personal encargado de su confección y mantenimiento. El administrador del SIG para arquitectos debe aunar conocimientos de informática y de trazado de planos o topografía. Es un servicio que requiere dedicación temporal exclusiva y, en caso de estudios pequeños que realizan proyectos grandes, puede subcontratarse su administración con empresas especializadas.